El consumidor hoy tiene mucha información para elegir sobre un producto y/o servicio, esto lo convierte en un consumidor ‘inteligente’ que promueve nuevas necesidades. Detectarlas y diseñar una propuesta de valor que las cubran es un desafío constante para miles de organizaciones. Por ello, nos es cada vez más necesario contar con equipos capaces de mejorar o crear proyectos con un enfoque innovador, ágil y flexible.
Es importante tener en claro los conceptos básicos y diferencias entre Grupos de trabajo y Equipos, porque con frecuencia pensamos que estamos trabajando en equipo cuando en realidad lo que tenemos es un grupo de trabajo. Para identificar si contamos con ‘Equipos’ veamos primero su definición:
“Un equipo es un conjunto de individuos que son interdependientes en sus tareas, comparten responsabilidades en sus resultados y operan dentro de los límites de una organización”
En contraparte un ejemplo de Grupo de Trabajo es cuando algunas de personas se juntan para asistir a un seminario o estudiar algún tema y debatir, estas personas no tienen tareas interdependientes ni responsabilidades compartidas.
Debemos trabajar desde el principio con el enfoque de Equipo: Entregar y fortalece la co-responsabilidad de los integrantes.
Con nuestros equipos en marcha es común encontrar a una persona (líder, jefe, o manager) que va indicando el camino y va dando los criterios y pautas de cómo se tiene que realizar el trabajo.
¿Y si los equipos pudieran decidir por si mismos cómo trabajar?
Una de las bases del enfoque ágil habla de los equipos auto-organizados, es decir que deciden el modo de cómo trabajar y se hace responsable de gestionar sus propios esfuerzos en vez de estar gestionados o dirigidos por otros. Esto hace que el ‘Equipo’ pase a un nivel superior en lo que respecta a su autonomía y a la autoridad dentro del mismo.
¿Qué es un equipo de alto rendimiento?
Un Equipo de alto rendimiento es aquel capaz de alcanzar resultados con eficiencia y eficacia, mientras que sus miembros mantienen una elevada satisfacción y motivación.
Muchos autores han diseñado de manera empírica las características de estos equipos, casi todos coinciden en que solamente funcionan si:
Tienen Objetivos Claros, no solamente planteados sino también con mecanismos de medición.
Tienen un Contexto seguro, donde los miembros del equipo son capaces de demostrar vulnerabilidad, reconocer incapacidad sobre algún tema, pedir ayuda y sentirse libres de dar feedback para aportar al equipo.
Tienen Co-Responsabilidad, es decir reconocen que los resultados son responsabilidad de todos.
Tienen Límites de trabajo, las reglas del juego se definen de forma explicita. Tienen claros sus niveles de autoridad, canales de comunicación y hasta donde llegan sus decisiones.
Autonomía y Responsabilidad
Concretamente debemos de aumentar confianza dentro del equipo, creando un espacio donde sus miembros puedan decirse las cosas sin miedo. La Retrospectiva, que es una ceremonia de ‘Scrum’ donde todo el equipo se encuentra para soltar lo bueno y sobre todo lo malo del trabajo que completaron, es un momento de reflexión cíclico.
El ejercicio de ‘delegar’ es un acto donde la responsabilidad recae en ambas partes. Hay herramientas de management 3.0 que facilitan esta tarea ayudando a los equipos a acordar cómo se tomarán las decisiones (Delegation Poker es una de ellas).
No menos importante es el Feedback porque ayudará al equipo a mejorar y a mantenerse en un entorno seguro.
¿Cómo evaluar a un equipo de alto rendimiento?
Hay dos niveles de evaluación:
A nivel de tareas: Evalúa la tarea como tal.
A nivel de Procesos Intra-grupales:
Evalúa conflictos intra-grupales: ¿Cómo el equipo resuelve sus conflictos y si estos se gestionan adecuadamente? Tanto en el ámbito de la tarea propiamente dicha cómo en las relaciones de los miembros del equipo.
Evalúa nivel de Cohesión del equipo
Evalúa la Eficacia del equipo.
Finalmente, tenemos que seguir y mantener el proceso, que empieza por tener claro el propósito y los objetivos de los equipos.